El detrás de escena de las elecciones norteamericanas, o
mejor dicho, de los sufragios preliminares para elegir a uno de los candidatos
finales que llegará al final de la carrera para poder luchar por su lugar en la
casa blanca. The Ides of March es una película que más allá de estar ambientada
en un ecosistema político muy particular pueden ser disfrutada por quien la
vea, sin importar su nacionalidad.
*A partir de aquí puede que haya algún que otro spoiler leve sobre la película*
Al fin y al cabo, con un poco más de esto y menos de aquello, la trastienda política en su esencia me imagino que no debe variar mucho, ya sea por estos lados en Sudamérica o en Europa inclusive. Quizás no en una primera instancia, pero una vez inmerso ya en ese mundo es muy difícil decir que no a las presiones y tentaciones.
En un film que para hacer una denuncia sobre las turbias de
esas aguas apela a los extremos, George Clooney encarna al candidato moralmente
perfecto que toda sociedad quiere. Quienes presten atención a sus discursos
podrán apreciar la utopía que hay detrás de sus palabras y de sus propuestas.
Por esa misma razón nadie ha de culpar a Stephen Meyers
quien, como bien lo dejan en claro durante los primeros minutos de la película,
"se ha tragado el cuento". No obstante con el desarrollo de los
acontecimientos futuros enfrentaría una realidad que supuestamente él ya
debería conocer y que ponen a prueba su integridad, no sólo como profesional,
sino también como persona.
Y me refiero a su caso particularmente porque es nuestro
protagonista, y el héroe de la historia, nuestro caballero de capa blanca que
aún conserva la esperanza en un ambiente donde la traición y el juego sucio e
inmoral son moneda corriente. El gobernador Morris eventualmente también tendrá
frente a sí mismo, y en más de una ocasión, la oportunidad de hacer valer su entereza
y la fuerza de sus convicciones.
The Ides of March no intenta ser una película reveladora y
mucho menos dejar una moraleja explícita, a pesar de que en un principio uno
esperaría ese tipo de mensaje hacia el final de la cinta. En una historia en la
que no hay personajes perfectos, donde si bien se juega con los extremos, uno
comprende que la realidad se maneja en la delicada zona gris (tirando más hacia
el negro que hacia el blanco).
Ayuda mucho para el tipo de narrativa que se propone las
actuaciones del reparto, y no solo la dupla protagonista (Gosling y Clooney),
sino que tenemos a Philip Seymour Hoffman y a Evan Rachel Wood, cuyas
interpretaciones no tienen desperdicio en sus roles secundarios.
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