11 julio, 2017

Aho Girl: Tanteando los límites.


Estreno inesperado para mí ya que no la tenía entre las elegidas para ver esta temporada, pero leí un par de comentarios favorables en twitter la semana pasada y como se trata de una comedia no quería dejar pasar la oportunidad de darle una mirada.

*A partir de aquí puede que haya algún que otro spoiler leve sobre la serie*

¿Ha valido la pena? A grandes rasgos si, tiene sus cosas que no me convencen por mañas personales, pero sus virtudes hacen notar su peso. Aho Girl es una típica comedia escolar que a primera vista parece una interesante mezcla entre Tonari no Kaibutsu-kun y Minami-ke (a pesar de que esta son palabras mayores).

Toda mi sorpresa cuando vi que el opening
era de Angela ♥


A la primera más que nada por la relación entre la pareja principal, si bien no es una copia exacta, presenta un aire similar. Y se parece a la segunda en la manera en que nos es entregada la trama, no como algo continuo sino respondiendo más a un formato de situaciones cortas que se van sucediendo, sin una relación directa entre sí (algo casi obvio teniendo en cuenta que la obra en papel es 4-koma).

A la serie le juega en contra el uso intencional del doble sentido en el lenguaje e incluso a veces lo deja de lado para ser más directa. Por eso mismo anteriormente mencionaba que era una cuestión de gustos personales que eso fuera algo negativo, soy consciente que a muchos les gusta (o les da lo mismo) la utilización de dicho recurso.

En sí es una serie con un toque de frescura
que sirve para pasar el rato, aunque la voz de Yoshiko
por ahí se vuelve irritante.

La madre de Yoshiko es genial.

No obstante, a su favor tiene que no hace un abuso de aquello, y cuando lo utiliza lo hace de una manera inocente y tonta. Es como si supiera donde se encuentra el límite entre lo permitido y lo vulgar, y prácticamente juega muy cerca de esa línea sin traspasarla cuando toma ese rumbo. Forma parte de la rutina que se ha impuesto a sí misma y que se acomoda perfectamente al formato de su emisión.

Recalco eso último ya que sus capítulos duran doce minutos (la mitad de lo habitual), algo que sin dudas la beneficia. El exceder ese tiempo podría resultar cansador para el espectador y agotar en cierta manera la frescura que posee su comedia. Razón por la cual también la recomiendo para seguir semanalmente en vez de verla de corrido una vez finalizada de aquí tres meses.

No hay nada que un par de monedas no pueda solucionar...

La del comité de ética me hace acordar
a Hosaka de Minami-ke.


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