06 julio, 2016

Y el personaje de la temporada fue...

No habrá sido el mejor personaje, pero
seguramente se merece una mención por su labor
(y no me refiero a Tyrion).

Por suerte ya cada vez nos quedan menos miembros principales en escena, y aparentemente por lo que estuve leyendo por ahí, para las próximas temporadas los principales referentes ya habrían firmado contrato por alrededor de 500 mil dólares por capítulo. ¿Noticia vieja, dónde? En fin, la verdad es que se quedaron cortos con tal salario. Recordemos que los actores de Friends (si mi memoria no me falla) recibían un millón de dólares por episodio, ya en aquel entonces.

*A partir de aquí habrá algún que otro spoiler leve sobre la serie*

No estoy hablando de cuál serie es mejor o no, difícilmente se las podría comparar en dicho sentido, sobre todo teniendo en cuenta la diferencia de géneros. Pero en cuanto a popularidad, me arriesgaría a decir que Game of Thrones toma la delantera, y por lejos; hoy en día casi todo está al alcance de la mano gracias a la internet, y no hace falta estar pendiente de la programación televisiva exclusivamente.

Dejando curiosidades de lado, esta sexta temporada de GoT, la primera en no depender únicamente de los libros, cumplió. Como para no cumplir, si utilizaron la misma estructura a la que nos tienen acostumbrados desde el inicio de la serie. Unos capítulos en los que ocurre poco y nada, más NADA que otra cosa, dejando toda la carne para ponerla en el asador en el tramo final del ciclo.

¿Qué le pasó a Melisandre?
La vimos por primera vez con una esencia totalmente distinta,
dubitativa y sin su característica confianza.

Juan de las Nieves podrá no saber mucho,
pero su instinto le dice que se aleje del muro.

Entiendo la idea de preparar el terreno para la acción, pero el recurso anticlimático del que hace uso y abuso la producción de HBO luego de seis años, medio como que cansa ¿no? No es el hecho de ver peleas y batallas porque sí tampoco, sin una historia sustentable, pero mencionemos algo memorable de la primera mitad de este año.

Oh si... Hodor, tremenda su partida (va sin sarcasmo). Argumentalmente fue una caída más del montón, que no afectó para nada a la trama en sí, pero la hicieron de tal manera que provocó mucho impacto en el público, aún para quienes no eran fans de él. Caso totalmente opuesto a lo que ocurrió con el duelo entre Arya y Waif, cuya enemistad fue trabajada por mucho tiempo pero su combate final nunca lo pudimos presenciar.

¡Little Finger se hizo desear! Pasaban los minutos y
no hacía acto de presencia en la temporada.

El misterioso caso de: "Ahi tenés a esta mina
y sus discursos que nadie alcanza a escuchar..."

Y que luego pasa a ser la JODIDA madre de los dragones
al final de la temporada.

El problema de apostar todo a los capítulos finales, es que nada asegura el éxito de aquellos por más que la preparación del escenario sea minuciosa y el hype entre los fans haya sido fomentado a conciencia. No es por ser negativo, pero la historia dentro de poco debe comenzar a concluir, y no da muchas señales de que vaya a hacerlo calmadamente.

¿Cuántos esperaban por este momento?

Este año tuvimos el primer reencuentro entre Starks, y todavía falta el regreso de Arya y Bran a Winterfell, si es que regresan para esos lados. También tuvimos el retorno del tío Benjen (¿alguien se acordaba de él? sean sinceros). La sexta temporada tuvo ese detalle de traer a pantalla personajes que ya habían hecho acto de presencia en la serie, pero que ni siquiera recordábamos algunos y tuvieron que, por ejemplo, mencionar repetidamente la famosa "boda roja" para que pudiéramos decir: "ahh... era ese tipo."

Seguramente quienes leyeron los libros de Martin no tuvieron ese tipo de problemas, pero si se llevaron una desilusión al ver la pelea final a muerte de Blackfish. Game of Thrones tiene eso de darnos más de unas cosas, y contarnos otras, y en este año se hizo más que patente. Pero todos esos sentimientos pasan a un segundo plano luego de ver la batalla de los bastardos, el final que Cersei preparó para el High Sparrow, y el ver a Daenerys montar sobre Drogon para derrotar a la flota de los Amos.

La cara de Jaime en esta escena
al ver a su hijo junto al High Sparrow es única.

Prácticamente Cersei quedó sola, pero se las ingenió
no solo para sobrevivir, sino para ocupar el lugar
más de deseado de Poniente.

Para la séptima temporada (la cual aparentemente no va a ser de diez capítulos como hasta ahora) creo que el sentimiento general entre el público es el mismo. Y a pesar de que no es uno de mis personajes favoritos, voy a utilizar una frase de Cersei para ilustrar de mejor manera lo que me gustaría y espero ver en pantalla en grandes raciones a futuro: "Elijo la violencia."

Elijo la violencia, dije.

Si así les fue contra la casa Bolton,
mejor no pensemos lo que será cuando la cosa se ponga seria.

Aparecieron para figurar nomás...
¿su momento llegará en la séptima o en la octava?

¡Y aquí tenemos al mejor personaje de la temporada!
Sin Lady Mormont no habría Rey en el Norte.


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